FOTOSSuena el despertador, y el primer pensamiento es "¿Quién coño puso la alarma a esta hora?" Son las 4 de la mañana y en 45 minutos hemos quedado en Guamasa. Llegamos todos puntuales y el grupo lagunero de hoy (Violeta, Chevi y Rodri) salimos hacia el Portillo donde hemos quedado con los grupos del Sur (Víctor) y del Norte (Isabel). Todos puntuales, nos vamos en un coche al aparcamiento de Montaña Blanca.
Me bajo del coche, dioooosss qué frio, menudo airreeeeee, ahora se me quitaron las dudas de la ropa que iba a llevar para la subida. Lo tengo claro, llevo TODO puesto (3 capas) y todavía tengo la piel de pollo. Intentamos trotar un poco para entrar en calor y un coche aparca a nuestro lado y nos saluda el MACHOMAN (Rocha), joé, con camisa recortada por los hombros y pantalón corto, y me comenta que siempre va a correr igual.
Salimos con él pero a los 5 minutos aflojamos porque no podemos seguirle, hacemos toda la subida andando rápido con Ico que nos hace de guía durante toda la subida. Llegamos sin incidencias al Refugio (1h 40 min) y se nota que han limpiado el camino, porque Chevi e Isabel nos comentan que hace dos semanas era una senda para cabras.
Subimos hasta el telesférico a buen ritmo, con Violeta un poco más retrasada y nos agrupamos para llegar a la cima todos juntos. Instantes antes hemos despedido a Machomán Rocha y le hemos deseado buena aventura en Andorra.
El viento te quita la sensación de calor del cuerpo y es mejor no quedarse parado, por eso enfilamos los escalones del camino de Telesforo para llegar a la cumbre (3 horas). El olor a azufre nos da la bienvenida, nos subimos a la roca más alta y podemos imaginar la silueta de toda la isla, el verdor de Teno, las nubes de Anaga, los edificios de Las Américas y Los Cristianos. Unas fotos más y nos volvemos porque el viento no da tregua. En el telesférico nos paramos a avituallarnos y coincidimos con varios excursionistas que están pegados a las paredes del edificio por culpa del frío que hace.
La vuelta se hace mucho más amena, sobre todo el tramo desde El Refugio hasta la base del Teide que bajamos corriendo y apurando en las curvas. En el llano, aceleramos para llegar al coche después de 5 horas de ruta.
Un entreno más para el saco y una buena compañía para llegar a casa tempranito y poder descansar y recuperar algo de sueño perdido.
Me bajo del coche, dioooosss qué frio, menudo airreeeeee, ahora se me quitaron las dudas de la ropa que iba a llevar para la subida. Lo tengo claro, llevo TODO puesto (3 capas) y todavía tengo la piel de pollo. Intentamos trotar un poco para entrar en calor y un coche aparca a nuestro lado y nos saluda el MACHOMAN (Rocha), joé, con camisa recortada por los hombros y pantalón corto, y me comenta que siempre va a correr igual.
Salimos con él pero a los 5 minutos aflojamos porque no podemos seguirle, hacemos toda la subida andando rápido con Ico que nos hace de guía durante toda la subida. Llegamos sin incidencias al Refugio (1h 40 min) y se nota que han limpiado el camino, porque Chevi e Isabel nos comentan que hace dos semanas era una senda para cabras.
Subimos hasta el telesférico a buen ritmo, con Violeta un poco más retrasada y nos agrupamos para llegar a la cima todos juntos. Instantes antes hemos despedido a Machomán Rocha y le hemos deseado buena aventura en Andorra.
El viento te quita la sensación de calor del cuerpo y es mejor no quedarse parado, por eso enfilamos los escalones del camino de Telesforo para llegar a la cumbre (3 horas). El olor a azufre nos da la bienvenida, nos subimos a la roca más alta y podemos imaginar la silueta de toda la isla, el verdor de Teno, las nubes de Anaga, los edificios de Las Américas y Los Cristianos. Unas fotos más y nos volvemos porque el viento no da tregua. En el telesférico nos paramos a avituallarnos y coincidimos con varios excursionistas que están pegados a las paredes del edificio por culpa del frío que hace.
La vuelta se hace mucho más amena, sobre todo el tramo desde El Refugio hasta la base del Teide que bajamos corriendo y apurando en las curvas. En el llano, aceleramos para llegar al coche después de 5 horas de ruta.
Un entreno más para el saco y una buena compañía para llegar a casa tempranito y poder descansar y recuperar algo de sueño perdido.
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